EXPOSICIÓN:
EL HOMBRE TOMA CONCIENCIA DE SU ENTORNO Y DE SU CONDICIÓN.
Animal racional, que piensa, el hombre toma conciencia de su realidad, es capaz de reconocer su entorno, es capaz de crear y aprender técnicas que mejoran su día-día. El hombre racional, convive con sus instintos: hambre, autodefensa, reproducción. Y con sus sentimientos, amor, odio, indiferencia, alegría, tristeza, miedo .....
Desde que nace, vive asociado con otros, la madre antes de todo, se comunica con los de su entorno, jerarquía dentro del grupo ...... liderazgo, aceptación, rechazo ...
Es capaz de evaluar la trascendencia de sus actos, sabe que hay acciones que pueden beneficiarle y otras que pueden perjudicar a otros. Justicia, solidaridad, egoísmo, ... el bien y el mal ..... conceptos que nos ponen en relación con los demás .....
Su racionalidad la enfrenta a sus limitaciones, el dolor, la enfermedad y la muerte.
Su racionalidad lo lleva a preguntarse sobre el sentido de su existencia, la relación con su entorno, la relación con los demás hombres, el paso del tiempo y la muerte. A esto se le podría decir “el hecho religioso”.
LAS RELIGIONES
Ante el hecho religioso, los hombres de las diferentes épocas han dado respuesta de diferentes maneras:
- Religiones que dan culto a la naturaleza, la madre tierra, el sol (Indios) ...
- Religiones que tienen divinidades zoomórficas, con templos y ritos muy ligados al poder del faraón (Egipto).
- Dioses hechos a semejanza de los hombres y que a menudo tienen comportamientos peculiares (Dioses griegos y romanos).
- Hombres que en el éxtasis de su poder se creen dioses y se hacen dar culto (algunos faraones y algunos emperadores).
- Religiones que practican una introspección del hombre y un perfeccionamiento interior (Budismo).
-Religiones que creen en un Dios único, creador del Universo y del hombre (religiones monoteístas).
Cada una de ellas intenta dar respuesta al hecho religioso y ante la muerte tienen respuestas diferentes.
Para unas la muerte forma parte del ciclo de la naturaleza, .... para otras la muerte es un viaje a otra dimensión para la que hay que llevar abastecimientos (ritos funerarios de los faraones ),.... otras creen en reencarnaciones sucesivas dentro de la tierra, .... las religiones monoteístas creen en una vida después de la muerte, en la que se vivirá en el seno del Creador.
Probablemente en todas las épocas muchas personas han vivido indiferentes ante el hecho religioso. Unas quizá porque las necesidades vitales pasaban delante, poder alimentarse, sobrevivir ..... Otras, como en la época actual, en el occidente opulento, quizás por el exceso de bienes materiales ....
PARA PENSAR:
EL BIEN Y EL MAL
Ante la desigual distribución de la riqueza, ante la violencia, ante la injusticia, la opresión, la falta de libertad, la dominación, la guerra .... se puede decir que existe el bien y el mal?.
¿Cuál es la tendencia natural del hombre ?.....
Es el hombre responsable de sus actos?.... son quizás la sociedad, el entorno, la educación, los responsables de los actos individuales? ......
Tienen los grupos humanos responsabilidades colectivas ?......
Los cristianos creemos que Dios ha hecho libre al hombre y que como responsable de sus actos tiene capacidad de hacer el bien y de hacer el mal.
EL SUFRIMIENTO, LA ENFERMEDAD, LA MUERTE
¿Qué explicación tiene el sufrimiento, la enfermedad y la muerte ?.....
Porque tenemos un ciclo biológico que finaliza ?.....
Nuestra naturaleza efímera es un broma pesada del Dios creador ?....
Los Cristianos creemos que la venida de Cristo, Dios que interviene directamente en la historia de la humanidad, viene a dar respuesta a estas y a otras preguntas, que más adelante se tratarán.
(La Vanguardia 21-9-2008 pag.2 editorial escrita por el Vicedirector).
"El paraíso posmoderno en el que vivimos apenas reserva un mínimo espacio de reflexión para la muerte. Esta asignatura pendiente cuya terrible evidencia esquivamos hasta que se ejecuta la sentencia. Dicen que las respuestas teológicas forman parte de un más allá caducado, como si fuera un miserable yogur.
Afrontamos la parca con indiferencia cuando siega la vida de desconocidos y con inmenso dolor cuando se cierne sobre seres próximos o queridos. Somos tan impotentes ante ella, tan cobardes en el fondo, que sólo reconocemos nuestra condición efímera cuando la Guadaña cercena nuestro ciclo vital.
Para los que quedamos vivos, en una ineludible lista de espera, resulta una experiencia de amarga digestión ".
(Catecismo de la Iglesia Católica 988-989-1012)
El Credo cristiano culmina en la proclamación de la resurrección de los muertos al final de los tiempos. Creemos firmemente, y así lo esperamos, que al igual que Cristo resucitó verdaderamente de entre los muertos y vive para siempre, así también, después de la muerte, los justos vivirán para siempre con Cristo resucitado, el cual los resucitará el último día. "La muerte, Señor, no destruye la vida de quienes creen en ti, sólo la transforma; ..... y cuando se les deshace la casa de la estancia terrenal..…encuentran otra de eterna en el cielo”
“I quan vinga aquella hora de temença
en què s'acluquin aquests ulls humans...
obriu-me'n, Senyor, uns altres de més grans
per contemplar la vostra faç immensa.
Sia'm la mort una major naixença!”
Autor: Joan Maragall.
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Jaume: Cuando dices "Su racionalidad le enfrenta a sus limitaciones, el dolor, la enfermedad y la muerte" pienso que su llevanza debe ser tamizado por la PAZ INTERIOR. Que de alguna forma surje del contacto de estas limitaciones con las tres virtudes cardinales, sobre todo con la FE y la ESPERANZA. Lógicamente si lo pasamos por este tamiz, los hechos adquieren la profundidad de su dimensión religiosa
ResponderEliminarEduard Durán-Sindreu
Eduardo:
ResponderEliminarLa presentación de los temas de "la Buena noticia" tiene su secuencia, pensada también para la iniciación cristiana de los viven alejados del "hecho religioso".
Por ese motivo, en este tema sólo se plantea las preguntas existenciales del hombre y se apunta que en los siguientes se irá exponiendo "la dimensión religiosa cristiana".
Ayer precisamente estuve acabando un tema que trata sobre la fe y la esperanza que, si Dios quiere, formará parte de los temas del curso que viene. En tu comentario has recogido perfectamente la esencia.
Un abrazo
Jaume Soler
A PROPÓSITO DE LA ESPERANZA
ResponderEliminar(Catecismo de la Iglesia Católica)
Es la virtud por la que deseamos el Reino y la vida eterna como nuestra felicidad, poniendo la confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos en el auxilio de la gracia del Espíritu Santo.
La esperanza responde a la aspiración de felicidad puesta por Dios en el corazón del hombre; asume las esperanzas que inspiran las actividades humanas, las purifica para ordenarlas al Reino de los Cielos; protege del desaliento; sostiene en todo desamparo; ensancha el corazón con la espera de la felicidad eterna.
El impulso de la esperanza preserva del egoísmo y conduce a la bienaventuranza de la caridad. La esperanza en el ancla del alma, que nos da seguridad y firmeza y que nos protege en el "combate de la salvación".
Jesús por las bienaventuranzas eleva nuestra esperanza en el Cielo. Por los méritos de su pasión, Dios nos guarda en "la esperanza que no engaña". En toda circunstancia, cada uno debe esperar, con la gracia de Dios, que perseverarà hasta el fin, y conseguirá la joya del cielo por las buenas obras hechas con la gracia de Cristo.
SALVADOS POR LA ESPERANZA (párrafos extraídos de la encíclica Spes Salvi de Benedicto XVI)
A lo largo de su existencia, el hombre tiene muchas esperanzas, más grandes o más pequeñas, diferentes según los períodos de su vida. A veces puede parecer que una de estas esperanzas lo llena totalmente y que no necesita de ninguna otra.
En la juventud puede ser la esperanza del amor grande y satisfactorio; la esperanza de cierta posición en la profesión, de uno u otro éxito determinante para el resto de su vida. Sin embargo, cuando estas esperanzas se cumplen, se ve claramente que esto, en realidad, no lo era todo.
Claro que el hombre necesita una esperanza que vaya más allá. Es evidente que sólo puede contentarse con algo infinito, algo que será siempre más de lo que nunca podrá alcanzar.
Tal vez muchas personas rechazan hoy la fe simplemente porque la vida eterna no les parece algo deseable. De ninguna manera quieren la vida eterna, sino la presente y, por ello, la fe en la vida eterna les parece más bien un obstáculo.
Por un lado, no queremos morir, los que nos aman, sobre todo, no quieren que muramos. Por otro lado, tampoco podemos seguir existiendo ilimitadamente, y tampoco la tierra ha sido creada con esta perspectiva.
Entonces, ¿qué es realmente lo que queremos? Esta paradoja de nuestra propia actitud suscita una pregunta más profunda: ¿qué es realmente la «vida»? ¿Y qué significa verdaderamente «eternidad»?.
En este sentido, es verdad que quien no conoce a Dios, aunque tenga múltiples esperanzas, en el fondo está sin esperanza, sin la gran esperanza que sostiene toda la vida (cf. Ef 2,12).
La verdadera, la gran esperanza del hombre que resiste a pesar de todas las desilusiones, sólo puede ser Dios, el Dios que nos ha amado y que nos sigue amando «hasta el extremo», «hasta el total cumplimiento» ( cf. Jn 13, 1; 19,30).
Quien ha sido tocado por el amor empieza a intuir lo que sería propiamente «vida». Empieza a intuir qué quiere decir la palabra esperanza que hemos encontrado en el rito del Bautismo: de la fe se espera la «vida eterna», la vida verdadera que, totalmente y sin amenazas, es sencillamente vida en toda su plenitud.
Jesús que dijo de sí mismo que había venido para que nosotros tengamos la vida y la tengamos en plenitud, en abundancia (cf. Jn 10,10), nos explicó también qué significa «vida»: «Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, ya tu enviado, Jesucristo.
Jaume Soler
Es algo incuestionable que el hombre es un ser religioso.
ResponderEliminarDotado de maravillosas y complejas aptitudes, es capaz de percibir su propia existencia y todo lo que le rodea, gracias a su inteligencia, afectividad y juicio.
Incluso para los que niegan este hecho manifestando ser ateos. Su simple negativa no impide que se agolpen en su pensamiento infinidad de dudas que no saben responder por sí mismos, aunque nos quieran y se quieran convencer de que “pasan de todo”.
Pensar, sentir y actuar son dones innatos que empleamos para realizar nuestra existencia. A lo largo de la misma, nos encontramos con innumerables encrucijadas ante las que debemos elegir, es decir: decidir libremente. Por otro lado, infinidad de cuestiones y preguntas que se nos plantean. De las cuales, destacan sobre manera, las relacionadas con el sufrimiento, el dolor, la muerte, la felicidad...Nos interpelan en lo más hondo de nuestro ser.
Hasta el arte y la cultura en todas sus facetas, reflejan la trascendencia y la capacidad de infinito que anida en el corazón del hombre. Es algo ontológico: forma parte de nuestro ser, no puede negarse uno de los rasgos que nos constituyen en seres humanos.
A propósito de lo anterior: ¿Cómo puede ser que siendo seres humanos podemos realizar actos que nos deshumanizan? Un gato no puede dejar de ser un gato haga lo que haga (las posibilidades de su ser se agotan en su naturaleza).
En cambio nosotros actuando podemos alejarnos, incluso negar lo que somos.
Esto para mí, manifiesta algo muy importante, y es que somos seres morales: nos construimos como personas en el bien y la verdad y nos destruimos en el mal y la mentira. Además de acontecimientos pasados terribles, escuchamos perplejos cada día, infinidad de conductas en nuestros semejantes que no son propias de la condición humana.
Esto mismo refleja que el hombre no es algo concluido. Nos hacemos día a día a nosotros mismos. Este es nuestro inquietante drama. También un reto apasionante…
La religión es quien responde a estas y otras cuestiones que los hombres nos planteamos, ya que la ciencia en este campo tiene poca luz que aportar.
ResponderEliminarA pesar de que para muchos la existencia de tantas religiones es motivo de incredulidad y desconfianza, para otros son la constatación de que la religión es una experiencia humana universal. La necesidad y la intuición de un Absoluto que lo explica todo y de quien procede todo está dentro de la mente y el corazón de todos los seres humanos procedan de donde procedan.
Quién no he escuchado la famosa frase: "yo creo que debe haber algo".
En este caso los cristianos sabemos y creemos que ese "algo" es Alguien que se ha revelado. Nos ha explicado con su vida y su palabra todo lo que debíamos saber en el tema que nos ocupa. Nos ha descubierto su mismísima intimida. QUIEN ES.
Y es que: hemos sido creados por Dios a su imagen y semejanza. Que nos ha amado en la Persona del Hijo con un amor infinito, que le llevó a encarnarse (Jesús de Nazaret), que muriendo por nosotros y resucitando, nos ha salvado de nuestras ofensas y de la muerte. La fe en la Revelación que Dios nos hace en Jesús, en la Biblia y en la Iglesia
son fundamentos firmes y seguros.
Ya no es una fe arbitraria, una fe según nuestras intuiciones. Es una fe recibida como don de Dios en el seno de la Iglesia, que ha sido instituida por Jesús para educarnos y alimentarnos. Esto es lo que responde plenamente a la sed de religiosidad que existe en el hombre.
Para poder dialogar con cualquier persona de estas cuestiones, creo que el siguiente argumento-pregunta podría valer:
Partiendo de nosotros mismos y de nuestra existencia:
Si yo he tomado conciencia de ser quien soy, veo que existo como fruto de un acto de amor. Dicho acto requiere y necesita por fuerza de la existencia de alguien: mis padres.
Entonces y del mismo modo que para que yo exista ha sido necesario el acto de amor de mis padres, ¿por qué no sería posible pensar y admitir que el origen de todo y de todos, ha sido y es un acto de amor? Y si el origen es el amor ¿no existe siempre ALGUIEN que lo realiza y que está detrás de todo?
Un abrazo.