martes, 5 de octubre de 2021

TEMA 241. CURSOS 2021-2022. SALVADOS EN ESPERANZA "SPE SALVI". puntos 1-3

 

Introducción (1)

La fe es Esperanza (2-3)

Introducción

1. « SPE SALVI facti sumus » – en esperanza fuimos salvados, dice san Pablo a los Romanos y también a nosotros (Rm 8,24). Según la fe cristiana, la « redención », la salvación, no es simplemente un dato de hecho. Se nos ofrece la salvación en el sentido de que se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino. Ahora bien, se nos plantea inmediatamente la siguiente pregunta: pero, ¿de qué género ha de ser esta esperanza para poder justificar la afirmación de que a partir de ella, y simplemente porque hay esperanza, somos redimidos por ella? Y, ¿de qué tipo de certeza se trata?

La fe es esperanza

2. Antes de ocuparnos de estas preguntas que nos hemos hecho, y que hoy son percibidas de un modo particularmente intenso, hemos de escuchar todavía con un poco más de atención el testimonio de la Biblia sobre la esperanza. En efecto, « esperanza » es una palabra central de la fe bíblica, hasta el punto de que en muchos pasajes las palabras « fe » y « esperanza » parecen intercambiables. Así, la Carta a los Hebreos une estrechamente la « plenitud de la fe » (10,22) con la « firme confesión de la esperanza » (10,23). También cuando la Primera Carta de Pedro exhorta a los cristianos a estar siempre prontos para dar una respuesta sobre el logos –el sentido y la razón– de su esperanza (cf. 3,15), « esperanza » equivale a « fe ». 

El haber recibido como don una esperanza fiable fue determinante para la conciencia de los primeros cristianos, como se pone de manifiesto también cuando la existencia cristiana se compara con la vida anterior a la fe o con la situación de los seguidores de otras religiones. Pablo recuerda a los Efesios cómo antes de su encuentro con Cristo no tenían en el mundo « ni esperanza ni Dios » (Ef 2,12). Naturalmente, él sabía que habían tenido dioses, que habían tenido una religión, pero sus dioses se habían demostrado inciertos y de sus mitos contradictorios no surgía esperanza alguna. A pesar de los dioses, estaban « sin Dios » y, por consiguiente, se hallaban en un mundo oscuro, ante un futuro sombrío. « In nihil ab nihilo quam cito recidimus » (en la nada, de la nada, qué pronto recaemos)[1], dice un epitafio de aquella época, palabras en las que aparece sin medias tintas lo mismo a lo que Pablo se refería. 

En el mismo sentido les dice a los Tesalonicenses: « No os aflijáis como los hombres sin esperanza » (1 Ts 4,13). En este caso aparece también como elemento distintivo de los cristianos el hecho de que ellos tienen un futuro: no es que conozcan los pormenores de lo que les espera, pero saben que su vida, en conjunto, no acaba en el vacío. Sólo cuando el futuro es cierto como realidad positiva, se hace llevadero también el presente. 

De este modo, podemos decir ahora: el cristianismo no era solamente una « buena noticia », una comunicación de contenidos desconocidos hasta aquel momento. En nuestro lenguaje se diría: el mensaje cristiano no era sólo « informativo », sino « performativo ». Eso significa que el Evangelio no es solamente una comunicación de cosas que se pueden saber, sino una comunicación que comporta hechos y cambia la vida. La puerta oscura del tiempo, del futuro, ha sido abierta de par en par. Quien tiene esperanza vive de otra manera; se le ha dado una vida nueva.

3. Pero ahora se plantea la pregunta: ¿en qué consiste esta esperanza que, en cuanto esperanza, es « redención »? Pues bien, el núcleo de la respuesta se da en el pasaje antes citado de la Carta a los Efesios: antes del encuentro con Cristo, los Efesios estaban sin esperanza, porque estaban en el mundo « sin Dios ». Llegar a conocer a Dios, al Dios verdadero, eso es lo que significa recibir esperanza. Para nosotros, que vivimos desde siempre con el concepto cristiano de Dios y nos hemos acostumbrado a él, el tener esperanza, que proviene del encuentro real con este Dios, resulta ya casi imperceptible. 

El ejemplo de una santa de nuestro tiempo puede en cierta medida ayudarnos a entender lo que significa encontrar por primera vez y realmente a este Dios. Me refiero a la africana Josefina Bakhita, canonizada por el Papa Juan Pablo II. Nació aproximadamente en 1869 –ni ella misma sabía la fecha exacta– en Darfur, Sudán. Cuando tenía nueve años fue secuestrada por traficantes de esclavos, golpeada y vendida cinco veces en los mercados de Sudán. Terminó como esclava al servicio de la madre y la mujer de un general, donde cada día era azotada hasta sangrar; como consecuencia de ello le quedaron 144 cicatrices para el resto de su vida. Por fin, en 1882 fue comprada por un mercader italiano para el cónsul italiano Callisto Legnani que, ante el avance de los mahdistas, volvió a Italia. 

Aquí, después de los terribles « dueños » de los que había sido propiedad hasta aquel momento, Bakhita llegó a conocer un « dueño » totalmente diferente –que llamó « paron » en el dialecto veneciano que ahora había aprendido–, al Dios vivo, el Dios de Jesucristo. Hasta aquel momento sólo había conocido dueños que la despreciaban y maltrataban o, en el mejor de los casos, la consideraban una esclava útil. Ahora, por el contrario, oía decir que había un « Paron » por encima de todos los dueños, el Señor de todos los señores, y que este Señor es bueno, la bondad en persona. Se enteró de que este Señor también la conocía, que la había creado también a ella; más aún, que la quería. 

También ella era amada, y precisamente por el « Paron » supremo, ante el cual todos los demás no son más que míseros siervos. Ella era conocida y amada, y era esperada. Incluso más: este Dueño había afrontado personalmente el destino de ser maltratado y ahora la esperaba « a la derecha de Dios Padre ». En este momento tuvo « esperanza »; no sólo la pequeña esperanza de encontrar dueños menos crueles, sino la gran esperanza: yo soy definitivamente amada, suceda lo que suceda; este gran Amor me espera. Por eso mi vida es hermosa. A través del conocimiento de esta esperanza ella fue « redimida », ya no se sentía esclava, sino hija libre de Dios. Entendió lo que Pablo quería decir cuando recordó a los Efesios que antes estaban en el mundo sin esperanza y sin Dios; sin esperanza porque estaban sin Dios. Así, cuando se quiso devolverla a Sudán, Bakhita se negó; no estaba dispuesta a que la separaran de nuevo de su « Paron ». 

El 9 de enero de 1890 recibió el Bautismo, la Confirmación y la primera Comunión de manos del Patriarca de Venecia. El 8 de diciembre de 1896 hizo los votos en Verona, en la Congregación de las hermanas Canosianas, y desde entonces –junto con sus labores en la sacristía y en la portería del claustro– intentó sobre todo, en varios viajes por Italia, exhortar a la misión: sentía el deber de extender la liberación que había recibido mediante el encuentro con el Dios de Jesucristo; que la debían recibir otros, el mayor número posible de personas. La esperanza que en ella había nacido y la había « redimido » no podía guardársela para sí sola; esta esperanza debía llegar a muchos, llegar a todos.

Notas a pie de página:

[1] Cf. Corpus Inscriptionum Latinarum, vol. VI, n. 26003.


TEMA 240. CURSOS 2021-2022. SALVADOS EN ESPERANZA "SPE SALVI". PRESENTACIÓN Y CALENDARIO

 

5 de octubre de 2021

ESCUELA DE E-FORMACIÓNDEL MOVIMIENTO “CHRISTIFIDELES LAICI”       

TEMA 240. CURSO 2021-2022 SALVADOS EN ESPERANZA “Spe Salvi”

Queridos hermanos del Movimiento Christifideles Laici y amigos que leéis este blog.

Iniciamos, a Dios gracias, el treceavo curso de la escuela de e-formación.

Este curso, 2021-2022,  lleva como nombre “Salvados en la Esperanza” y como núcleo tratará la Carta Encíclica “Spe Salvi” del Papa Benedicto XVI, de 2007, dirigida a todo el pueblo de Dios.

Que tratar sobre la Esperanza nos ayude a vivir con fortaleza e intensidad el momento actual lleno de incertidumbres.

« SPE SALVI facti sumus » – en esperanza fuimos salvados, dice san Pablo a los Romanos y también a nosotros (Rm 8,24). Según la fe cristiana, la « redención », la salvación, no es simplemente un dato de hecho. Se nos ofrece la salvación en el sentido de que se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino.

 CURSOS ANTERIORES

 En el primer curso, 2009-2010, titulado “la Buena Noticia” los temas trataban sobre la naturaleza de Dios Padre y su designio para la humanidad redimida por Cristo Jesús.

Los temas del segundo curso, 2010-2011, bajo el título “El Espíritu Santo y la Iglesia” trataban sobre el Espíritu Santo, las primeras comunidades cristianas, la transmisión de la fe,  los sacramentos y la misión.

El tercer curso, 2011-2012, llevaba por nombre “Tú eres Pedro” ya que los temas que se trataron son discursos y textos escritos por los Santos Padres de la Iglesia. Discursos de Benedicto XVI en la JMJ de Madrid 2011, la Carta apostólica DIES DOMINI de Juan Pablo II y la exhortación apostólica EVANGELI NUNTIANDI de Pablo VI.

El cuarto curso, 2012-2013, trataba sobre dos temas vitales para nuestro mundo de hoy sumido en una crisis de valores y económica:  LA FAMILIA y LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA. Se trataron los discursos de Benedicto XVI en el encuentro de las familias de Milán 2012 i los textos de la encíclica “Cáritas in veritati” publicada en junio de 2009.

El quinto curso, 2013-2014, trató sobre los jóvenes y la fe.  Recogiendo los textos de la Jornada Mundial de la Juventud de 2013 celebrada en Rio de Janeiro, y los textos de los Papas Benedicto XVI y del Papa Francisco que hacen referencia a la fe:  la Carta Apostólica “Porta Fidei” publicada en  octubre de 2011 i la Carta Encíclica “Lumen Fidei” publicada en junio de 2013.

El sexto curso, 2014-2015, trató el tema de la evangelización recogiendo los textos de los escritos por el Papa Francisco en la Exhortación Apostólica “Evangelium Gaudium” publicada en 2014.

El séptimo curso, 2015-2016, llevaba como nombre “Alabado seas” y como núcleo se estudiaba la Carta Encíclica  “Laudato si” del Santo Padre Francisco, que trata de la relación del hombre con la creación, dispuesta por el Señor para que el hombre disponga de ella para su supervivencia y desarrollo ordenado.

El octavo curso, 2016-2017, trató el tema del amor en la familia titulándose “La alegría del amor” y tiene como núcleo la Exhortación Apostólica “Amoris Laetitia” del Santo Padre Francisco.

El noveno curso, 2017-2018,  llevaba como nombre “El evangelio de la vida” y como núcleo trató la Carta Encíclica “Evangelium Vitae” del Santo Padre Juan Pablo II sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana

El décimo curso, 2018-2019, trató sobre la llamada a la santidad en el mundo actual  titulándose “Alegraos y regozijaos” y tiene como núcleo la Exhortación apostólica “Gaudete et Exsultate” del Papa Francisco.

El undécimo curso, 2019-2020,  llevaba como nombre “Cristo vive!” y como núcleo trató la Exhortación apostólica “Christus Vivit” del Papa Francisco dirigida a los jóvenes y a todo el pueblo de Dios.

El duodécimo curso, 2020-2021,  llevaba como nombre “Hermanos todos” y como núcleo trató la Encíclica “Fratelli Tuttii” del Papa Francisco, de 3 de octubre de 2020, sobre la fraternidad y la amistad social-

 

Todos los temas de los cursos anteriores están recogidos en el mismo blog en el que se irán incorporando los temas de este curso.

 

 

CALENDARIO DEL CURSO 2021-2022 “SPE SALVI”

5/octubre/2021. Tema 240 Presentación

Spe Salvi

Carta Encíclica “Spe Salvi” del Papa Benedicto XVI dirigida a todo el pueblo de Dios (2007)


5/octubre/2021. Tema 241

Introducción (1)

La fe es Esperanza (2-3)

19/octubre/2021. Tema 242

El concepto de esperanza basada en la fe
en el Nuevo Testamento y en la Iglesia primitiva (4-6)

 

2/noviembre/2021. Tema 243

El concepto de esperanza basada en la fe
en el Nuevo Testamento y en la Iglesia primitiva (7-9)

 

16/noviembre/2021. Tema 244

La vida eterna – ¿qué es? (10-12)

 

30/noviembre/2021. Tema 245

¿Es individualista la esperanza cristiana? (13-15)

 

 

 

14/diciembre/2021. Tema 246

La transformación de la fe-esperanza cristiana en el tiempo moderno (16-19)

 

11/enero/2022. Tema 247

La transformación de la fe-esperanza cristiana en el tiempo moderno (20-22)

 

25/enero/2022. Tema 248

La transformación de la fe-esperanza cristiana en el tiempo moderno (23)

La verdadera fisonomía de la esperanza cristiana (24-25)

 

8/febrero/2022. Tema 249

La verdadera fisonomía de la esperanza cristiana (26-28)

 

22/febero/2022. Tema 250

La verdadera fisonomía de la esperanza cristiana (29-31)

 

8/marzo/2022. Tema 251

« Lugares » de aprendizaje y del ejercicio de la esperanza

I. La oración como escuela de la esperanza (32-34)

 

22/marzo/2022. Tema 252

 

II. El actuar y el sufrir como lugares de aprendizaje de la esperanza (35-37)

 

5/abril/2022. Tema 253

 

II. El actuar y el sufrir como lugares de aprendizaje de la esperanza (38-40)

19/abril/2022. Tema 254

III. El Juicio como lugar de aprendizaje y ejercicio de la esperanza (41-43)

 

3/mayo/2022. Tema 255

III. El Juicio como lugar de aprendizaje y ejercicio de la esperanza (44-46)

 

17/mayo/2022.Tema 256


III. El Juicio como lugar de aprendizaje y ejercicio de la esperanza (47-48)

 

31/mayo/2022.Tema 257

 

María, estrella de la esperanza (49-50)