viernes, 10 de diciembre de 2010

TEMA 25. LOS SACRAMENTOS DE LA INICIACIÓN CRISTIANA. BAUTISMO Y CONFIRMACIÓN.

EXPOSICIÓN:

BAUTISMO DE JESÚS (Mt 3, 1-17) (Mc 1, 7-8)

Por aquellos días se presentó Juan Bautista, que predicaba en el desierto de Judea. Decía: "Convertíos, que el Reino de los Cielos está cerca."

Acudían a él gentes de Jerusalén, de toda la Judea y de todo el valle del Jordán, y los bautizaba en el río Jordán mientras confesaban sus pecados.

Y predicaba así: "Viene detrás de mí el que es más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatarle la correa de las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con el Espíritu Santo”.

Entonces Jesús fue de Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Pero Juan se oponía diciendo: "Soy yo que necesito ser bautizado por ti, y tú ¿vienes a mí?".

Jesús le respondió: "Deja que ahora sea así, conviene que cumplamos todo lo que Dios quiere".

Entonces le dejó. Y Jesús, una vez bautizado, salió del agua enseguida, el cielo se abrió y vio cómo el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y venía sobre él. Y se oyó una voz del cielo que decía: "Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco."


QUIEN CREA Y SEA BAUTIZADO, SE SALVARÁ (Mc 16, 15-16)

Finalmente se manifestó a los once cuando estaban en la mesa, y los reprendió por su incredulidad y su empeño en no creer a quienes lo habían visto resucitado, y les dijo: "Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado, será salvo, pero el que no crea, será condenado”.

DIÁLOGO DE JESÚS CON NICODEMO (Jn 3, 5)

"Te lo aseguro: si uno no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios".

LOS SACRAMENTOS (Libro de la fe. Obispos de Bélgica. Pags.74)

La palabra latina "sacramentum" significa "juramento solemne de fidelidad por medio de un signo auténtico".

Por eso decimos que Jesucristo es el sacramento por excelencia que realiza el encuentro entre Dios y los hombres. Por su parte, la Iglesia es el sacramento de la presencia de Cristo entre los hombres. En la Iglesia, cada sacramento es una palabra y un gesto de salvación.

El Señor nos hace renacer a la vida, por el bautismo, nos confirma y nos perdona los pecados, nos reconcilia; une a los esposos, reúne a su pueblo en la misma mesa y se nos da en alimento; hace revivir a los enfermos y da pastores a su pueblo.

Los sacramentos son la obra del Espíritu Santo: gracias a él podemos encontrar al Señor a través de las palabras y los gestos sacramentales por los cuales él mismo realiza la salvación y nos da una nueva existencia.

PARA REFLEXIONAR:

EL BAUTISMO

Recibir el bautismo es un acto de humildad y de verdad. Los que iban al Jordán para que Juan los bautizara, se reconocían hombres pecadores y reconocían que la justicia no les podía venir de sus propios méritos.

Juan bautizaba con agua en vistas a un cambio profundo de las mentalidades. ¿Qué debemos hacer? .. el que tenga dos túnicas que reparta con el que no tiene ....

Jesús se hace bautizar para hacerse solidario con toda la humanidad. Así confiesa que es un hombre verdadero. De este acto de humildad nace la verdad de Cristo.

El Espíritu Santo baja sobre Jesús, y es proclamando por el Padre como el Hijo amado, el Ungido con el Espíritu, profeta y siervo de Dios. "El que viene detrás de mí os bautizará con el fuego del Espíritu Santo" dice Juan (Mt 3,11).

Por el bautismo, Jesús nos da su Espíritu que nos hace hijos adoptivos del Padre. El fuego del espíritu "quema" el mal en nosotros y nos libra del pecado original. Del bautismo nace un hombre nuevo, un hombre salvado. Convertido en hijo adoptivo del Padre por el bautismo, el cristiano entra en la Iglesia, recibe la dignidad de laico, es decir, se convierte en miembro del Pueblo de Dios, miembro del Cuerpo de Cristo, piedra viva de la Iglesia y templo del Espíritu Santo.

El hombre "viejo" herido por el pecado vivía solo. El hombre "nuevo", liberado del pecado, forma un cuerpo con sus hermanos dentro de la comunidad cristiana.

El bautismo se llama "baño de regeneración", porque la inmersión en el agua nos hace tener parte en la muerte de Cristo y la salida del agua nos hace participar en su resurrección. El agua purifica y simboliza la vida. El bautismo es la Pascua del Cristiano.

LA CONFIRMACIÓN

Desde el bautismo, el cristiano recibe el Espíritu Santo que es origen de su vida nueva. Pero hay un progreso en la manifestación de Dios y en la comunicación de su Espíritu.

La mañana de Pentecostés el Espíritu Santo llena de coraje y de dinamismo misionero a la Iglesia apostólica, para que lleve su testimonio de fe por toda la tierra y más allá de todos los tiempos.

Así se puede decir que si la Pascua del Señor es de alguna manera el bautismo de la Iglesia, Pentecostés es la confirmación. La Pascua del cristiano es su bautismo y la confirmación le renueva el don de Pentecostés.

Este don del Espíritu inserta plenamente al bautizado en la Iglesia misionera y le impulsa a participar de la misión de proclamar la buena nueva.

El bautismo y la confirmación, junto con el sacramento del orden, son cada uno de ellos un "rito de consagración" que confiere la misión de Cristo. Para poder cumplirla, Dios confiere una "fuerza permanente". Es por ello que estos sacramentos dejan una "huella". Sólo se pueden recibir una sola vez.



EL RITO DEL BAUTISMO Y DE LA CONFIRMACIÓN

Del rito del bautismo forman parte la palabra, el agua y la luz. Antes de recibir el bautismo, junto con la asamblea, el catecúmen o los padres del niño proclaman la renuncia al mal y hacen la profesión de fe.

El ministro del sacramento, normalmente sacerdote, hace la efusión del agua en la cabeza del bautizado y pronuncia las palabras del bautizo. Se unge con el aceite, que simboliza el Espíritu, se lleva una prenda blanca, que simboliza la vida nueva, se enciende una vela que simboliza la luz de Cristo que el Señor nos da.

En el caso de un niño, padres y padrinos toman la responsabilidad de educar en la fe al nuevo cristiano.

En el sacramento de la confirmación, reservada su administración al obispo, se vuelve a proclamar la renuncia al mal y se hace la profesión de fe. El obispo impone las manos sobre la cabeza del confirmado, lo que significa en conjunto “toma de posesión, investidura y bendición”. Y finalmente, se hace la unción con aceite que simboliza el Espíritu Santo. Con la unción y la palabra que le acompaña el confirmado recibe el "sello" del Espíritu.

La confirmación sella la alianza del bautismo que nos hace hijos de Dios, por los méritos de Jesucristo.

¿Soy consciente de la dignidad que me confieren el bautismo y la confirmación ?....

liberado del mal, regenerado como hijo de Dios, miembro de Cristo, incorporado en su Iglesia y partícipe de su misión ..

(Los párrafos anteriores están recogidos del "libro de la fe" de los obispos belgas, y también del Catecismo de la Iglesia puntos 1210 a 1300).

6 comentarios:

  1. Se llaman sacramentos de iniciación cristiana porque a través de ellos se inicia el caminar en el discipulado de los seguidores de Jesús. Aunque los sacramentos de iniciación cristiana son tres: bautismo, confirmación y eucaristía.
    Curiosamente en las iglesias orientales se dan a los niños estos tres sacramentos en el mismo momento, para subrayar el sentido de la iniciación de los tres.

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  2. En el cursillo se me enseñó lo que son los sacramentos: signos sensibles instituidos por Nuestro Señor Jesucristo para significar y producir la Gracia en el alma.

    Es inmenso el contenido de esta definición…
    Empezando por la sencillez del signo y lo infinito del don que se nos comunica: nada más y nada menos que la misma Vida Divina, Vida Sobrenatural, invisible a los ojos pero verdadera y ciertísima al espíritu.

    Ya nos lo dice San Juan en su 1ªcarta :
    “¡Mirad cómo nos amó el Padre! Quiso que nos llamáramos hijos de Dios, y nosotros lo somos realmente. Si el mundo no nos reconoce, es porque no lo ha reconocido a él. Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.

    Lo que seremos no se ha manifestado todavía. Quiere decir que está oculto, bajo un velo. Como en este tiempo de Adviento: expectantes esperamos la plena manifestación de la Vida de Dios en nosotos.

    Los sacramentos son esos signos, que quieren expresar una realidad inexplicable con palabras. Por eso el signo. Como una bandera es signo de un país y tantas realidades humanas expresadas por signos: un beso, un abrazo...

    Pero es el Espíritu Santo, el protagonista de este curso, quien los hace posibles con su acción eficaz, por medio de sus ministros (sacerdotes y obispos).

    En estos 2 sacramentos se me recuerda de modo especial como he recibido al Espíritu Santo que me hace clamar: ¡Abba Padre!
    Primero en el bautismo, lo recibí 6 días después de nacer. Siempre me recuerdo que es mi gran cumpleaños y luego la confirmación.

    Aunque no soy plenamente consciente de esta dignidad tan grande, creo firmemente que se me ha dado.
    Doy muchas gracias a Dios por ello, a la Iglesia, al Movimiento que me edifica y por supuesto a mi familia, que puso la primera piedra y la semilla de la fe.

    Que misterio esconde el bautismo de Jesús y que misterio la conversación con Nicodemo. Lo que queda claro, es la condición indispensable del Bautismo para alcanzar la vida eterna. Como bien dice el tema: ser partícipe de la Pascua del Señor, por el bautismo y posteriormente del Petecostés de la Iglesia por la Confirmación.

    Cierto es, que éste es el modo ordinario de alcanzar la eternidad. Luego Dios en su Sabiduría infinita, se puede comunicar de modo extraordinario como bien enseña la Iglesia cuando habla del bautismo de sangre o de deseo.

    Me gustaría hacer una última consideración: el mundo para conceder sus grandes honores y títulos exige un altísimo tributo de años de estudio, sacrificio, cualidades, fortuna y un larguísimo etcétera. No otorga ningún reconocimiento sin pasar por estas y otras condiciones (si a alguno se le regala, eso ya sería hablar de corrupción).

    Por el contrario para recibir el título más alto que uno pueda imaginar, sólo es necesario que un sacerdote realice un signo, que derrame agua sobre tu cabeza y diga “yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”. Inmediatamente quedas constituido hijo de Dios y su heredero. ¿Puedo entonces pensar que Dios me pide mucho...?
    Gracias Dios mío por tu infinita sencillez y generosidad que me colma.

    Que paradoja y es que claro, ya lo decía Jesús “mi reino no es de este mundo”.

    Paz y que el Esíritu Santo nos conceda una Feliz Navidad a todos.

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  3. Cuando mi hija mayor quiso confirmarse, hace ya 13 años, mi esposa y yo nos planteamos el confirmarnos, ya que en nuestra adolescencia por diferentes motivos no habiamos recibido el sacramento.

    Desde que hice el cursillo, sabiéndome no confirmado, pensaba que si muchos confirmados estaban apartados de la práctica religiosa y yo que no lo estaba si que practicaba, el recibir el sacramento no era muy importante.

    Superado este pensamiento, finalmente recibimos el sacramento de la confirmación, y puedo aseguraros que en mi caso hay un antes y un después en mi vida de gracia,impulsado por el Espíritu a participar con nuevo coraje en la misión de proclamar "la buena noticia".

    Un abrazo y feliz Navidad
    Jaume Soler

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  4. Hola a todos. Alguna vez he oído decir que los laicos podemos bautizar en algún caso concreto ¿eso es así? Otra pregunta: ¿qué es bautismo de sangre o deseo? Alguien puede responderme.
    Gracias y feliz Navidad.
    Abrazos a todos.

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  5. JORDI PEREZ
    ¡Hola¡ a todo/as,escribo por primera vez en este blog,impulsado por compartir e incremental
    lo mas grande que jamas me sucedió,conocer y amar a CRISTO.
    Propuesto hoy el tema del bautismo,quisiera hacer una aportacion:en la iglesia primitiva se llamaba tambien ,la iluminacion ,como bien nos dice BENEDICTO XVI .
    Mirar que palabras mas hermosas, se pronuncia en la liturgia del bautismo;
    -Te bendigo con la señar de la cruz,para que comprendas que JESUS te ama.
    -Marco tus ojos,tus oidos,tu boca,tus manos con la señal de la cruz,para que veas,oigas,respondas y hagas el bien como JESUS.
    Cuantas frases de esperanza y de animo en imitar a CRISTO,uniendonos a DIOS en la señal de la cruz.
    Quizas no tenga sentido,o mas bien sea que siempre fui un soñador,pero cuando reflexiono sobre el sacramento del bautismo,se me viene a la cabeza el cap.21 de Juan;
    -Dicele entonces a Pedro aquel discipulo a quien amaba JESUS . <>,Simon Pedro
    pues,al oir que era el Señor,se echó al mar.Y los demas discipulos llegaron en barca.
    -Me pongo en la piel de PEDRO,despues de estar dia tras dia,con el peso de la culpabilidad de haber renegado de nuestro Señor,salir del agua
    con la sensacion de renovacion y limpieza,y
    encontrarse con CRISTO resucitado,tuvo que ser como un nuevo nacimiento ,la mayor alegria que jamas tuvo Simon Pedro.
    Espero no haberos aburrido con mis sueños y reflexiones en voz alta .
    -Para ser libres,nos liberó JESUS
    LA PAZ .JORDI

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  6. Feliz Navidad a todos.

    Hola Jordi a tu primera cuestión, que mejor que el catecismo para contestar:

    CIC nº1256.
    Son ministros ordinarios del Bautismo el obispo y el presbítero y, en la Iglesia latina, también el diácono. En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no bautizada, puede bautizar si tiene la intención requerida y utiliza la fórmula bautismal trinitaria (Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. La intención requerida consiste en querer hacer lo que hace la Iglesia al bautizar. La Iglesia ve la razón de esta posibilidad en la voluntad salvífica universal de Dios (cf 1 Tm 2,4) y en la necesidad del Bautismo para la salvación
    (Mc 16,16).

    Debemos saberlo. Quien sabe que situaciones puede tocarnos vivir.

    También el catecismo contesta las dos siguientes cuestiones que planteas (el Bautismo de sangre y de deseo):

    Dios ha vinculado la salvación al sacramento del Bautismo, sin embargo, Él no queda sometido a sus sacramentos.

    1258 Desde siempre, la Iglesia posee la firme convicción de que quienes padecen la muerte por razón de la fe, sin haber recibido el Bautismo, son bautizados por su muerte con Cristo y por Cristo. Este Bautismo de sangre como el deseo del Bautismo, produce los frutos del Bautismo sin ser sacramento.(Bautismo de sangre)

    1259 A los catecúmenos que mueren antes de su Bautismo, el deseo explícito de recibir el Bautismo, unido al arrepentimiento de sus pecados y a la caridad, les asegura la salvación que no han podido recibir por el sacramento. (Bautismo de deseo).

    Pues ya hemos aprendido todos un poco más con tus preguntas.

    Un abrazo.

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